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¿Cómo enseñar a un gato a morder?

¿Cómo enseñar a un gato a morder?

A lo largo de varios miles de años de convivencia con los humanos, los gatos domésticos han desarrollado la imagen de mascotas bondadosas e inofensivas que adoran el afecto humano. Pero hay situaciones en las que demuestran su naturaleza "depredadora" y muerden y arañan a sus dueños en respuesta a las caricias. Por qué muerden los gatos y cómo lidiar con su comportamiento agresivo: lo contaremos en nuestro artículo.

El material es una adición a artículos anteriores sobre este tema:

Por qué muerde un gato: causas de la agresión

Las mordeduras de gato y los arañazos en el cuerpo del dueño son siempre consecuencias de la agresión: el comportamiento de las mascotas, que se expresa en un ataque (así como una demostración de su disposición o amenaza) contra individuos tanto de su propia especie como de otras especies. Por lo general, se desencadena por emociones negativas o reacciones instintivas a un estímulo. En otras palabras, la agresión es una especie de mecanismo de defensa que utilizan los gatos cuando ven peligro en su entorno habitual o en las acciones de los demás, pero no pueden evitarlo de otras formas. Las causas más frecuentes de conducta agresiva son:

  • Falta de socialización. La experiencia de comunicarse con una persona juega un papel muy importante a la hora de moldear el comportamiento de los gatitos menores de 12 semanas. Si durante este periodo no entraron en contacto con personas y otros animales, salvo la madre gata, no les resultará fácil adaptarse a la vida en casa. Perciben a una persona como una amenaza: su tamaño, gestos, movimientos y voz provocan miedo en los bebés indomables. Intentar establecer un contacto cercano con estos gatitos o gatos adultos (acariciándolos, abrazándolos o incluso simplemente acercándose) probablemente provocará un ataque de agresión. En este caso, para evitar mordeduras y arañazos, es necesario ayudar a las mascotas "salvajes" a adaptarse.
  • Miedo. Una amplia variedad de situaciones pueden provocar esta sensación en los gatos: un sonido fuerte, un objeto caído, un trato brusco, extraños en la casa e incluso las acciones bruscas del dueño. En tales situaciones, en los gatos se activa el instinto de autoconservación, e intentan escapar del peligro, y si no hay forma de esconderse, se defienden agresivamente. Signos de miedo: pelaje enmarañado, pupilas dilatadas, orejas pegadas a la cabeza, advertencia. silbido і gruñido. Al mismo tiempo, las mascotas arquean la espalda (para parecer visualmente más altas y más grandes) o se acuestan sobre ella, poniendo las 4 patas hacia adelante; esta posición significa que están listas para repeler un ataque.
  • Dolor y malestar general. La causa de las mordeduras inesperadas de un gato puede ser tanto un dolor agudo (por ejemplo, si le pisa la pata o la cola) como sistémico (debido a una enfermedad o lesión emergente). Los toques del dueño intensifican el dolor y provocan una reacción negativa: mordiendo, el gato intenta protegerse del dolor. Por lo tanto, los arrebatos de agresión desmotivada en una mascota durante el contacto táctil son un motivo para mostrársela a un veterinario para un examen completo.
  • Un juego fuera de control. Para el dueño, jugar con gatos es un pasatiempo agradable y un entretenimiento. Pero no olvides que para las mascotas, jugar es un proceso serio. Los gatos no ven la diferencia entre una caza real de presas y su imitación, y la realización del instinto de caza es extremadamente importante para su estado psicológico normal. Pero si el dueño mueve el juguete con demasiada frecuencia, de forma brusca y caótica, impidiendo que el gato se concentre, piense y prepare un ataque, provoca irritación y enfado en el animal. Lo mismo ocurre cuando acaba no pudiendo atrapar a la presa (por ejemplo, si juegas con un puntero láser). El resultado de juegos tan incorrectos y "mecánicos" es un estado de sobreexcitación y agresión.
  • Instintos de un depredador. En primer lugar, todos están relacionados con la misma necesidad de cazar. Si no se juega lo suficiente con el gato, comienza a "cazar" a sus dueños, atacándolos desde una emboscada.
  • Competencia dentro o entre especies. La rivalidad entre especies de gatos se asocia más a menudo con una lucha (por el territorio, la comida, la atención del dueño) o el comportamiento sexual. Al mismo tiempo, si dos gatos no se llevan bien en la misma casa, el dueño también puede sufrirlo: al interrumpir las constantes peleas, corre el riesgo de convertirse él mismo en objeto de agresión (durante los arrebatos de ira, las mascotas no pueden controlar sus acciones y a menudo muerden una persona que intenta suavizar el conflicto). La competencia entre especies ocurre con mayor frecuencia entre perros y gatos. Está relacionado con la diferencia en sus hábitos. Los perros, por regla general, son más comunicativos: al comunicarse con familiares, otras personas y animales, rápidamente "acortan la distancia". Los gatos, por el contrario, prefieren "observar" primero desde lejos y se acercan sólo después de asegurarse de que la otra mascota o un extraño no tiene intenciones hostiles, o lo ignoran por completo. Los animales no son capaces de comprender ni apreciar esta diferencia, por lo que los conflictos entre ellos no son infrecuentes.
  • Embarazo y crianza de gatitos. Las gatas preñadas a menudo se vuelven agresivas porque su instinto natural es proteger a la descendencia. Por eso les molestan incluso los toques del dueño, y después de dar a luz a los gatitos, intentan no dejar que nadie se acerque a su "nido" hasta que los bebés crezcan un poco.
  • Acción de estímulos externos. Muchos factores pueden hacer que un gato pierda los estribos y muerda: olores fuertes, música alta, gritos o incluso conversaciones en tono elevado, extraños en la casa, otras mascotas, etc. Incluso la atención no deseada por parte del propietario puede resultar irritante. Por ejemplo, si un gato viene y se acuesta a tu lado, no significa en absoluto que esté preparado para el contacto táctil y no debes imponerlo.

La agresión redirigida también puede provocar mordiscos y arañazos inesperados. Esto sucede cuando la mascota no tiene la oportunidad de atacar el objeto que le trae emociones negativas o dolor físico. Por ejemplo, esto sucede cuando uno de los miembros de la familia insulta al gato y lo trata con mala educación. El gato le tiene miedo y no se atreve a responderle de la misma manera, sino que descarga su enfado con otra persona.

Comportamiento agresivo de un gato en diferentes situaciones.

Entonces, descubrimos que el principal factor que provoca que los gatos muerdan y arañen es la agresión, y descubrimos sus principales causas. Ahora hablemos de las circunstancias más comunes en las que se produce este comportamiento.

El gato corre hacia el dueño y muerde.

Un ataque inesperado al dueño desde una "emboscada" probablemente indica que no se le presta suficiente atención a la mascota. Su instinto de caza sigue insatisfecho y su excedente de energía física no se gasta. Algunos gatos pueden sentirlo. estrés o incluso caer en depresión, otros intentan con todas sus fuerzas llamar la atención, en particular con métodos "radicales" similares.

El gato muerde cuando lo acaricias

La naturaleza de todos los gatos es individual y tratan los contactos táctiles de manera diferente: algunos necesitan desesperadamente que los acaricien y se sienten en el regazo de su dueño, otros prefieren el "amor a distancia". También importa qué lugares del cuerpo del animal toca una persona. La mayoría de ellos no permiten acariciar el estómago porque consideran que esta parte del cuerpo es particularmente vulnerable. Las áreas sensibles en los gatos también son la cola y el área cerca de su base, las almohadillas de las patas; allí hay muchas terminaciones nerviosas. Muchos de ellos prefieren acariciar la zona de la cabeza, el cuello y el pecho.

El gato ronronea y muerde.

Ronroneando — un sonido especial que emiten las mascotas mediante vibraciones de baja frecuencia de la laringe. Esta es una especie de señal entre la madre gata y los gatitos de que están cerca y a salvo (ya que los enemigos potenciales no pueden oírla). Las mascotas adultas continúan ronroneando instintivamente en estado de saciedad y descanso. Pero el ronroneo es también uno de los mecanismos para aliviar el estrés. Por tanto, no es de extrañar que un gato muerda y ronronee al mismo tiempo: significa que está preocupado o tiene miedo de algo y está tratando de calmarse, protegiéndose al mismo tiempo con mordiscos.

El gato muerde la cara.

Este comportamiento de los gatos se forma con mayor frecuencia a una edad temprana, si los propios dueños les permitían "atacar" sus caras (los bebés se sienten atraídos por el parpadeo, los movimientos de las fosas nasales y los labios), con mayor frecuencia durante el sueño. Si estas acciones no se detienen, se fijan en el comportamiento de la mascota y las repite ya en la edad adulta, lo que amenaza con lesiones graves para una persona. En casos raros, los gatos muerden y lamen ligeramente la cara del dueño con la lengua, expresando así su afecto.

El gato muerde las patas.

Los gatos domésticos modernos son descendientes de depredadores salvajes, por lo que rastrear y capturar presas está en su sangre. Y como objetivo de caza, pueden percibir cualquier objeto en movimiento, en particular las piernas de su dueño. Las zapatillas de casa y su tictac suelen ser un irritante adicional.

El gato muerde las manos.

Muchos dueños inexpertos cometen un gran error al criar gatitos, permitiéndoles jugar con las manos, morderlos y arañarlos. Este tipo de acciones están arraigadas en la mente de los bebés como norma, y ​​los animales maduros continúan "afilando" sus habilidades de caza en manos de sus dueños. Sin embargo, sus mordeduras y rasguños ya no parecen inofensivos y dejan heridas profundas. Además, los gatos pueden morderse las manos si huelen un olor desconocido (otra mascota, cosméticos, comida, etc.) o no quieren contacto táctil.

¿Qué hacer si un gato muerde?

El comportamiento agresivo de un gato es un problema grave, pero cualquier dueño cariñoso y paciente es bastante capaz de afrontarlo. Y para lograr el éxito más rápido, siga estas recomendaciones:

  • Si tienes un gatito callejero o un gato adulto en tu casa, cuida su socialización. No intente inmediatamente hacerlo "doméstico": para empezar, instálelo en una habitación separada y aislada. Equípalo con un refugio seguro, coloca tazones de comida y agua, una bandeja de baño y juguetes cerca de él. Acorte la "distancia" en la comunicación y trate de acariciarlo gradualmente cuando comience a acostumbrarse a la nueva situación.
  • No permita que los gatitos jueguen con las manos, los pies u otras partes del cuerpo. Recuerde que se les imponen modelos de comportamiento desde una edad temprana, y es necesario acostumbrarlos a los "buenos modales" desde el primer día de su aparición en casa. Puedes volver a entrenar a una mascota adulta, pero requerirá mucho más tiempo y esfuerzo.
  • En ningún caso castigues físicamente al gato. No es capaz de percibir el dolor causado como una medida educativa, sino que lo considera una agresión hacia él, y su respuesta a tales acciones será equivalente. La violencia física es absolutamente inaceptable: no hará que el animal sea obediente, solo arruinará la relación entre ustedes.
  • No imponer caricias y contactos táctiles. Si el gato se resiste a tus caricias y no quiere sentarse en tus manos, no intentes sujetarlo y forzarlo a tolerar tus toques. Elija un momento apropiado para los contactos táctiles, cuando ella esté de buen humor y no esté en contra de la comunicación "estrecha".
  • Estudia el lenguaje corporal de los gatos. Saber qué significan algunos de los movimientos, posturas corporales y expresiones faciales de tu mascota te ayudará a evitar posibles conflictos y aprender a comprender sus estados de ánimo y deseos.
  • Utilice técnicas especiales para eliminar la agresión y adaptar al gato para que sea amigable. Por ejemplo, si el gato está enojado y listo para atacarte, aléjate de él a una distancia segura (preferiblemente en otra habitación). Para calmarla, también puedes intentar sentarte, darle la espalda o probar la "hipnosis felina": mírala a los ojos, parpadeando lenta y suavemente (así es como los gatos se muestran unos a otros que están tranquilos y no representar una amenaza).
  • Sigue las reglas del juego para no provocar sobreexcitación y agresión. Cuando juegues con el gato usando cañas de pescar, plumas, juguetes y otros dispositivos, intenta imitar los movimientos reales de la "presa". Dele a la mascota la oportunidad de concentrarse, considerar sus acciones y prepararse para los lanzamientos. Para que sienta placer, asegúrese de dejarle atrapar a su "víctima".
  • Aprenda a cambiar su enfoque. Si el gato te ataca durante el juego, durante los procedimientos de higiene o sin motivo aparente, dirige su atención a otro objeto, por ejemplo, su juguete favorito.
  • Equipa la casa con un número suficiente de lugares donde el gato pueda descansar tranquilamente. Para que el gato se sienta cómodo y seguro en casa, necesita sus propios refugios. Para ello son adecuadas las casas, cajas y ropa de cama, que se colocan mejor en rincones acogedores y preferiblemente lo más alto posible del suelo.
  • Cuide adecuadamente a las gatas gestantes y lactantes. Además de una nutrición mejorada, bríndele total tranquilidad y ayúdela a equipar un lugar cómodo para futuros partos. Cuando nazcan los gatitos, por primera vez no permita que personas ajenas, niños y otras mascotas entren en el "nido" para no molestar a la "joven madre".
  • Eliminar estímulos externos. Si el gato se vuelve agresivo sin motivo aparente, analiza qué es exactamente lo que afecta negativamente a su condición. Puede ser que la televisión esté demasiado alta, el fuerte olor de tu perfume, etc.
  • Si decide tener un segundo gato o perro, conozca a las mascotas gradualmente. Por primera vez, distribúyelos en diferentes salas y evita un encuentro "frontal". Permita que el recién llegado se acostumbre al territorio desconocido, y su antiguo residente se acostumbre a la apariencia del vecino, y solo entonces comience a conocerse "cara a cara".
  • Mantener un ambiente psicológico confortable en la casa. Los alumnos sienten y comprenden perfectamente el estado de ánimo de sus dueños, por lo que los escándalos constantes y la comunicación en tono elevado no los beneficiarán.
  • Vigilar la salud del animal. Vacúnelo anualmente contra infecciones peligrosas, trátelo regularmente contra parásitos externos e internos, sométalo a un examen médico en una clínica veterinaria (al menos una vez al año). Ante los primeros signos de enfermedad, consulte a un veterinario.

Recuerda que si un gato muerde no lo hace en absoluto con malicia. Siempre hay un motivo para cualquier manifestación de agresión, y si logras identificarla y eliminarla, la paz y el entendimiento mutuo volverán a reinar entre tú y tu mascota.

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amormascotas

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Comentarios: 17Publicaciones: 536Inscripción: 09-10-2022

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