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¡Felicidades! Si está leyendo este artículo, es probable que pronto tenga una nueva incorporación a su familia o que acabe de traer una a casa. Aunque es un momento emocionante, convertirse en padre primerizo trae muchas experiencias nuevas. Esto incluye presentarle su perro a su hijo. En lugar de apresurarse, presentarle un perro a un niño requiere tiempo, paciencia y planificación. Los cambios que ocurren con un recién nacido pueden causarle estrés al perro, ¡y no puede preguntar qué está pasando! Mantener la calma y una actitud positiva durante todo el proceso de citas es clave para evitar que las emociones (humanas o caninas) se disparen.
No existe una forma establecida para que los perros reaccionen ante los bebés: cada perro es diferente. Un labrador que nunca ha tenido experiencia con niños puede sentirse estresado por la llegada de un bebé. Mientras tanto, un boxeador que creció rodeado de familiares y amigos que traían a sus hijos de visita puede adaptarse muy bien a un niño pequeño y adaptarse a él sin problemas.
Algunas razas de perros pueden estar más adaptadas a la vida con recién nacidos (y más tarde con niños más pequeños). Estos incluyen labradores, golden retrievers, coton de tuleor, cavalier king charles spaniel, algunas razas de terriers y spaniels e incluso el boyero de Berna. Algunos de ellos tienden a amar la atención de los niños a medida que crecen, pero tienden a no ser sensibles al ruido ni demasiado bulliciosos.
A continuación descubriremos cuál es la mejor manera de preparar a un perro para la aparición de un nuevo miembro de la familia y cómo presentarle adecuadamente un cachorro a un niño.
¿Cómo preparar a un perro para la llegada de un niño?
Es esencial participar en ejercicios de entrenamiento y socialización con su perro para ayudarlo a prepararse para el bebé, incluso antes de llevarlo a casa.
Primero, comience a involucrar a su perro en actividades divertidas que pueda realizar con una mano y luego con las manos libres. Estos podrían ser juegos como buscar un juguete u objetos que le resulten útiles, como paquetes de toallitas húmedas para bebés, o trucos como tocarse la pierna o poner un juguete en una caja.
Si a tu perro le gusta jugar, morder o rebotar, es importante trabajar en estos comportamientos antes de que llegue el bebé. Este comportamiento puede resultar peligroso en presencia de un niño. Cuando aparece un niño y le quita la atención al perro, este comportamiento de búsqueda de atención puede intensificarse si no se aborda.
Para ayudar a su perro a afrontar el cambio de rutina, empiece a hacer ajustes lo antes posible. Por ejemplo, si sales a pasear por la tarde, empieza a salir en diferentes horarios para que el perro se vuelva más flexible. Sin embargo, no cambie la hora de comer.
Además, los perros tienen un sentido del olfato increíble, lo que significa que definitivamente captarán los olores de los niños nuevos. Si has elegido talcos o cremas para aplicarlas a tu bebé, empieza a aplicarlas por su cuerpo para que el perro pueda olfatearlas bien. Considere también agregar aromas de niños a artículos "divertidos" para perros; tal vez lave su juguete de peluche favorito con un detergente apto para niños. Un olor fuerte puede estar asociado a una mala experiencia para los perros. Por eso, utilizar productos con un nuevo sabor durante los juegos puede marcar la diferencia. Ayude al perro a adaptarse con anticipación y a ser más flexible al cambio.
¿Cómo presentarle un perro a un niño antes de nacer?
Muchos perros y futuras mamás afirman que sus cachorros se sienten como un bebé en el útero. ¿Pero lo es realmente? Aunque no hay investigaciones claras que demuestren que los perros puedan saber completamente si hay un bebé presente, pueden detectar cambios en el cuerpo humano.
No sólo el cuerpo cambia de forma, sino que también hay muchos cambios hormonales que tu perro podrá oler. Además, los perros tienen un oído increíble, por lo que pueden escuchar los latidos del corazón de su bebé o los movimientos en el líquido amniótico.
Por último, es posible que tengas la tentación de traer un montón de cosas para bebés a casa a la vez. Sin embargo, introducir algunas cosas poco a poco permitirá que su perro se aclimate poco a poco y reducirá la probabilidad de reacciones negativas. Puede comenzar con un artículo para bebé y dejarlo en un lugar durante una semana o dos, luego moverlo a un lugar diferente y repetir esto lentamente con cada artículo.
¿Cómo presentarle un perro a un recién nacido?
¿Qué tan pronto puedes presentarle un perro a un niño? Por lo general, es mejor presentarle el perro al recién nacido lo antes posible. Sin embargo, hacer que tu familia o amigos lleven a tu perro a casa y te den uno o dos días para que te acostumbres a tener un bebé cerca te ayudará a sentirte menos estresado cuando tu perro llegue a casa.
En lugar de apostar por las citas, adopta un enfoque paso a paso.
- Establecer una relación 1:1 entre madre y perro. Esto le permitirá al perro lidiar con la emoción del reencuentro antes de que se conozcan.
- Proporcione un lugar seguro para el niño. Como opción, la cesta "Moisés". Luego deja que el perro huela la habitación. Si a su perro le gusta saltar, manténgalo atado o extienda golosinas en el suelo para mantenerlo ocupado recogiendo golosinas.
- Pídale a usted o a un miembro de su familia que carguen al bebé mientras está de pie o sentado. Luego, cuando el perro se acerque, tenga algunas golosinas listas para tirárselas. Esto permitirá que el perro se acerque durante uno o dos segundos para olfatear y luego se vaya con las golosinas.
- Repite esto durante unos minutos, observando cómo el lenguaje corporal de tu perro expresa lo que siente. Puedes pedirle a alguien que lleve al perro a dar un paseo corto o que le dé algo para masticar (puedes comer golosinas de huesos).
Después del primer contacto, planifique el futuro. Es importante no dejar nunca al perro solo con el recién nacido. Vale la pena controlar cuidadosamente cómo se comporta su perro con su hijo hasta que se convierta en un adolescente. Si tu perro tiene dolor, no ha dormido o ha sido molestado por un niño, basta con que una mano inocente se acerque al juguete para que el perro muerda.
Vale la pena considerar medidas de "manejo", como puertas para perros y mamparas para separar al perro del niño cuando sea necesario. Si su perro duerme en su habitación, también es una buena idea crear un espacio cómodo para dormir en otro lugar al que pueda acostumbrarse antes de que llegue el bebé para evitar la ansiedad.
Eliminar problemas en la interacción entre un perro y un niño.
Durante los primeros contactos con un nuevo miembro de la familia, los perros pueden experimentar diversos problemas de comportamiento. Por ejemplo, pueden comenzar a mostrar signos de celos (como quejarse cuando meces a tu bebé) o de proteger recursos (ser posesivos con los objetos). ¿Qué hacer si esto sucediera?
Los adiestradores de perros y los psicólogos animales dicen que el estímulo y el refuerzo positivo son tus amigos. Anime al perro a mirar al niño y a mantener la distancia. El entrenamiento en colchoneta también ayuda mucho. A continuación, si va a dividir la habitación para mantener separados al niño y al perro, haga que el "área del perro" sea atractiva para su perro. Llénelo con muchos juguetes interactivos, comederos con rompecabezas y cómodos sillones reclinables. Por último, no ignores al perro cuando esté en su "zona" y dale muchos paseos cortos y tiempo lejos del bebé.
Si su perro le gruñe o le ladra a su hijo, no lo regañe automáticamente. La vocalización es una forma de comunicación, así que piense qué podría estar causándola. Los expertos sugieren preguntarse:
- "¿El perro está sano o estresado?"
- "¿Cuánto descansa el perro?"
- "¿Qué estaba pasando justo antes de eso para provocar esta reacción?"
Al hacerse estas preguntas, podrá decidir cómo ayudar a su perro a afrontar mejor el estrés. Después de todo, es muy importante tener paciencia. Toda la familia se adapta, y su perro también.
¿Cómo controlar la interacción entre un perro y un niño?
Los monitores para bebés son un dispositivo imprescindible para que los padres vigilen a sus hijos cuando están fuera de la habitación. Del mismo modo, las cámaras para mascotas te permiten vigilar a tu perro cuando no puedes estar cerca. Estos dispositivos se pueden utilizar cuando el perro y el niño están separados, pero no sustituirán su presencia en la habitación cuando el perro y el niño estén juntos.
Cuando su amigo de cuatro patas y su niño estén en la misma habitación, controle el comportamiento del perro para detectar signos de malestar. El estrés, la ansiedad y el miedo pueden manifestarse en los perros de diferentes formas. Estos pueden incluir las siguientes señales del lenguaje corporal.
- Vacilación;
- Evitación;
- Tensión en el cuerpo;
- Boca apretada;
- Los oídos no están en su posición natural de "reposo";
- Ojos muy abiertos;
- Bostezo;
- Lamerse los labios;
- Vocalización de ligera a fuerte;
- La nariz está hacia adelante, pero las patas traseras están estiradas hacia atrás;
- La cabeza está inclinada hacia un lado.
Para evitar este comportamiento, proporcione a su perro un espacio tranquilo y sin niños donde pueda estar solo.
¿Cómo construir un vínculo a largo plazo entre un perro y un niño?
La formación de una buena relación entre un perro y un niño comienza desde el primer encuentro. El mejor enfoque es encontrar formas de hacer que el perro interactúe con el niño al mismo tiempo. Hasta que su hijo pueda jugar con el cachorro, usted puede hacerlo cargándolo o alimentándolo.
A medida que el bebé crece se puede ir incrementando la interacción directa, pero siempre en presencia de un adulto. Vale la pena comenzar con acciones simples, por ejemplo, dirigir la mano del bebé para que acaricie al perro. Otro paso para los niños es darle un premio al perro simplemente por ser bueno o hacer algo que usted le pide, como "sentarse".
La retroalimentación constante con el perro y mantener una rutina siempre que sea posible también ayudará a fortalecer el vínculo. Por ejemplo, hacerle saber a tu perro que está haciendo algo bueno cuando tu bebé llora te ayudará a seguir interactuando con él. En definitiva, esto ayuda al perro a no sentirse excluido, sino a ser parte del proceso y de la familia en su conjunto.
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