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coronavirus gato (FCoV) es un virus que contiene ARN y muta constantemente. La mayoría de los gatos encontrarse con ello al menos una vez en la vida y afrontarlo con éxito. Algunos gatos son portadores del virus y no presentan síntomas de la enfermedad. Sin embargo, en algunos gatos, el coronavirus puede provocar una enfermedad mortal conocida como enfermedad infecciosa. peritonitis (FIP – Peritonitis Infecciosa Felina). ¿Por qué hay tanta variedad de reacciones al virus y debería preocuparse si se descubre que su mascota tiene el coronavirus o anticuerpos contra él? ¿Se pueden tomar medidas para minimizar el riesgo de desarrollar FIP?
Para responder a estas preguntas, es útil comenzar por comprender los siguientes aspectos importantes:
- ¿Cómo se transmite el coronavirus en los gatos?
- ¿Qué es este virus?
- ¿Qué síntomas causa?
- ¿Cómo se hace un diagnóstico confiable?
Coronavirus felino: métodos de transmisión
El coronavirus felino se transmite de un gato a otro, pero no se puede transmitir a humanos ni a perros. Por tanto, si hay un gato infectado en casa, no supone ningún peligro para perros ni para las personas, y no se debe aislar.
Sin embargo, existe riesgo de infección por coronavirus en otro gato. Esto puede suceder debido a:
- Contacto físico con heces de un gato infectado.
- Lamiéndose unos a otros.
- Transmisión del virus de una madre infectada a sus gatitos.
Entonces, la respuesta a la pregunta sobre la infección por el coronavirus y el desarrollo de PIF en otros gatos, si el gato ya presenta síntomas, es sí.
Es importante señalar que el entorno externo se puede desinfectar fácilmente y eliminar el virus mediante la limpieza y desinfección periódicas de las bandejas. Sin embargo, sin los cuidados higiénicos y la desinfección adecuados, el virus puede sobrevivir fuera del cuerpo del portador durante varias semanas.
Diferentes variantes del coronavirus
Existe una variedad de coronavirus en el mundo, específicos de diferentes especies biológicas. Por ejemplo, el coronavirus que infecta a los humanos y el coronavirus que infecta a los gatos son virus diferentes. Es más, dentro del coronavirus que vive en el cuerpo del gato se producen mutaciones que dan lugar a al menos dos serotipos.
El primer serotipo causa sólo síntomas intestinales, como diarrea y vómitos, y suele tener un curso leve. Los pacientes pueden recuperarse completamente, pero también corren el riesgo de volver a infectarse. En el entorno de una perrera donde el coronavirus está activo, los animales se infectan periódicamente entre sí, pero rara vez se desarrolla PIF (peritonitis infecciosa).
Se cree que el segundo serotipo causa peritonitis viral, una enfermedad para la que actualmente no existe cura. Sin embargo, incluso si el gato tiene el virus del segundo serotipo, esto no conducirá necesariamente al desarrollo de FIP. Por tanto, los científicos concluyen que el papel de la mutación del coronavirus en el desarrollo de la peritonitis infecciosa felina (PIF) sigue siendo poco conocido.
Síntomas del coronavirus
Después de la infección por el coronavirus, el gato presenta heces blandas y el virus comienza a excretarse en las heces dos días después, lo que hace que el animal sea contagioso. Sin embargo, después de dos o tres meses, el gato suele vencer al virus y éste (el virus) muere. Así, una manifestación común del coronavirus es la diarrea, que no suele ser peligrosa. Los gatitos jóvenes, que transmiten el coronavirus de su madre, pueden experimentar temporalmente síntomas de diarrea, que luego desaparecen. Anteriormente, los criadores llamaban a este fenómeno "diarrea infantil", sin saber que la causa es un virus.
En ocasiones, la diarrea puede ir acompañada de vómitos y pérdida de apetito. Sin embargo, la infección por el virus y la recuperación a menudo se producen sin síntomas.
Pronóstico de la enfermedad: ¿qué pasa después?
Alrededor del 5% al 10% de los gatos son completamente inmunes al coronavirus y no muestran síntomas. Sin embargo, aproximadamente el 70% de los gatos expuestos al virus experimentan algunos síntomas y se recuperan. Otro 13% sigue siendo portador del virus. Sin embargo, sólo entre el 1 y el 3% (o, según otros datos, entre el 5 y el 10%) desarrollarán FIP.
Como ya se mencionó, aproximadamente el 13% de los gatos se convierten en portadores y el virus se elimina en sus heces (esto se puede determinar mediante análisis de PCR de las heces o lavado rectal). Sin embargo, los portadores rara vez desarrollan FIP. Lo que pasa es que estos gatos siguen siendo portadores asintomáticos y pueden infectar a otros animales sin siquiera enfermarse ellos mismos. Normalmente, si hay más de tres gatos en casa, estos tienen constantemente niveles elevados de anticuerpos contra el coronavirus, pero no son verdaderos portadores. El virus simplemente circula entre ellos, estimulando la inmunidad y aumentando el nivel de anticuerpos.
Diagnóstico de coronavirus en gatos
El diagnóstico del coronavirus en gatos es una tarea que requiere métodos especializados y no se presta a una solución sencilla e inequívoca. La Morris Animal Foundation plantea el problema de esta manera:
Los métodos de diagnóstico disponibles son complejos e invasivos. Es posible que los resultados no distingan el virus FIP mutado del coronavirus relacionado y menos agresivo. No existe una prueba única que pueda determinar con precisión qué gatos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Varias pruebas pueden detectar la presencia de anticuerpos contra el coronavirus, pero no pueden identificar la cepa específica. Un resultado positivo simplemente significa que el gato ha estado en contacto con el coronavirus, pero no necesariamente con una cepa peligrosa. La única forma confiable de diagnosticar FIP es realizar una biopsia del órgano afectado (generalmente el intestino) o examinar el tejido en la autopsia.
— Morris Animal Foundation, una organización de salud animal
El método de diagnóstico más preciso es el análisis de PCR en heces. Los títulos de anticuerpos determinados mediante ELISA (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas) no permiten determinar si un gato es portador y capaz de infectar a otros. Sólo indican la presencia de infecciones pasadas o la condición actual.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que un gato con un resultado de PCR positivo puede no desarrollar peritonitis infecciosa, mientras que un gato con FIP puede dar negativo en la prueba de coronavirus. Esto se debe a la posibilidad de obtener resultados falsos negativos o falsos positivos debido a la baja concentración del virus en la muestra o a la destrucción del ARN viral durante el almacenamiento a largo plazo.
- Las pruebas de anticuerpos tampoco son una forma confiable de diagnosticar FIP (aunque a menudo se les llama pruebas de FIP).
- La presencia de anticuerpos indica exposición al virus o portador, pero no proporciona información sobre el estado específico de la enfermedad. Los anticuerpos pueden aparecer entre 18 y 21 días después de la infección y pueden estar presentes incluso en los casos en que el coronavirus se detecta sólo en los intestinos y no en la sangre.
Si el gato tiene títulos de anticuerpos elevados y está previsto que se someta a procedimientos estresantes, como una cirugía o una mudanza, esto aumenta el riesgo de desarrollar PIF. La enfermedad a menudo ocurre en el contexto de inmunidad reducida y estrés, por lo que en el caso de títulos altos de anticuerpos, es mejor posponer los eventos estresantes.
Para determinar si el gato está liberando el coronavirus al ambiente es necesario analizar el lavado anal mediante PCR. Los anticuerpos se pueden detectar incluso en los casos en que el virus ya no está en el cuerpo. Por tanto, es difícil encontrar un gato que nunca haya estado en contacto con el coronavirus.
El análisis por PCR de las heces puede detectar la presencia del virus durante varios meses después de la infección o el contacto. Es raro que los resultados del análisis sigan siendo positivos durante toda la vida, pero si esto sucede, el gato puede seguir siendo una fuente de infección para otros animales. Por este motivo, se realizan tres análisis repetidos en dos semanas para reducir el riesgo de resultados falsos positivos y falsos negativos.
Un análisis de sangre inmunocromatográfico, también conocido como prueba rápida, permite detectar la presencia de antígenos (células extrañas) y anticuerpos. El resultado de la prueba rápida se puede obtener en 5-10 minutos. Algunos fabricantes la llaman "prueba FIP", pero en realidad no proporciona un diagnóstico completo de FIP. Es más bien una estrategia de marketing.
Tratamiento del coronavirus en gatos
Muchos dueños de gatos se preguntan cómo tratar el coronavirus en sus amigos peludos. Es importante comprender que, en ausencia de síntomas, no se requiere tratamiento para el coronavirus. Si el gato tiene diarrea persistente, primero se deben considerar otras posibles causas, como parásitos, trastornos dietéticos y otros factores. Esto es especialmente importante si la diarrea dura mucho tiempo. En los gatos adultos, el propio coronavirus rara vez provoca estos síntomas.
Además, los intentos de experimentar con el "tratamiento" del coronavirus, especialmente con el uso de inmunoestimulantes e inmunomoduladores, pueden aumentar el riesgo de desarrollar peritonitis infecciosa (PIF) en el animal. Esto puede ocurrir tanto como un efecto directo sobre el sistema inmunológico como como resultado del estrés causado por el tratamiento.
En cambio, es importante tomar medidas para minimizar el riesgo de desarrollar PIF en gatos infectados con el coronavirus. Para ello se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Prevención del estrés: la FIP puede ocurrir en caso de estrés e inmunidad debilitada. Por tanto, si tu gato tiene títulos elevados de coronavirus, es mejor posponer el traslado a un nuevo hogar, la vacunación y la castración.
- Apoye la inmunidad natural del animal: proporcione una nutrición adecuada, suficiente ejercicio durante el juego y variedad en el entorno con juguetes interesantes.
- Limite el uso de medicamentos que afecten la inmunidad.
- Trate de no mantener a los gatos en lugares hacinados si tiene varias mascotas.
- Pruebe a su amigo peludo para detectar virus como el virus de la leucemia felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF). Debilitan la inmunidad del animal y lo hacen más vulnerable a diversas enfermedades. Cuando coexisten con el coronavirus, aumenta el riesgo de desarrollar FIP.
Vacunación contra el coronavirus de los gatos
Existe una vacuna para el coronavirus felino, pero su uso puede hacer más daño que bien. La vacunación puede provocar niveles elevados de anticuerpos en el cuerpo del gato, lo que, a primera vista, parece ser un resultado positivo. Sin embargo, esto en realidad puede aumentar el riesgo de desarrollar peritonitis infecciosa (PIF).
Como explica la veterinaria estadounidense Karen Becker:
Los anticuerpos, que supuestamente proporcionan inmunidad, en realidad pueden contribuir a la infección de los leucocitos con el coronavirus. Los leucocitos infectados propagan la infección por todo el cuerpo del gato, provocando una potente reacción inflamatoria en los tejidos donde se encuentran las células infectadas, a menudo en la cavidad abdominal, los riñones o el cerebro. La interacción del sistema inmunológico del cuerpo con el virus conduce a la enfermedad. La FIP felina es única y diferente a cualquier otra enfermedad viral conocida en animales o humanos. Desafortunadamente, cuando un virus infecta uno o más órganos o sistemas del cuerpo, la infección siempre es progresiva y siempre fatal.
— Karen Becker, veterinaria de Estados Unidos
Por lo tanto, es mejor minimizar la interferencia con el sistema inmunológico durante el coronavirus en los gatos. Por el contrario, un nivel elevado de anticuerpos puede contribuir a la propagación del virus. Es por este motivo que el cuerpo intenta deshacerse de los anticuerpos lo antes posible después de una enfermedad.
¿Es posible deshacerse del coronavirus en una perrera?
La cuestión de limpiar la perrera del coronavirus provoca desacuerdos entre veterinarios y criadores. Algunos creen que intentar crear una población de gatos libres del coronavirus es una tarea casi imposible, y que intentar combatir el virus es como una lucha con molinos de viento. Estos expertos dicen que no hay necesidad de temer al coronavirus, sólo es importante saber cómo manejar el virus para reducir el riesgo de desarrollar peritonitis infecciosa (PIF). Curiosamente, los casos de PIF son raros en la naturaleza, ya que los gatos salvajes no están hacinados como en los criaderos. Se enfrentan al virus, se recuperan y continúan su camino de vida.
Otros afirman que la eliminación natural del coronavirus es posible en perreras con menos de 10 animales (algunos expertos dicen que el número óptimo no es más de 3 animales). Sin embargo, si en la misma habitación viven más de 10 animales, la desaparición natural del virus es poco probable, ya que existe una constante transmisión mutua del patógeno entre gatos.
Las preguntas y respuestas más frecuentes sobre el tema: ¿El virus corona en un gato y qué hacer si una mascota tiene coronavirus?
El coronavirus felino (FCoV) es un virus que contiene ARN específico de los gatos y que puede causar diversas enfermedades, incluida la peritonitis infecciosa (PIF).
El coronavirus se transmite de un gato a otro mediante el contacto físico con heces infectadas, lamiéndose unos a otros y de madres infectadas a gatitos.
El coronavirus felino no es transmisible a humanos ni a perros y no representa ninguna amenaza para ellos.
Los síntomas del coronavirus pueden incluir heces blandas, diarrea, vómitos y pérdida de apetito. Algunos gatos pueden ser asintomáticos.
El diagnóstico de coronavirus en gatos se puede confirmar mediante una prueba de PCR en heces, aunque resulta complicado. También se pueden medir los títulos de anticuerpos.
La FIP es una enfermedad mortal causada por una mutación del coronavirus. Los síntomas pueden incluir inflamación del abdomen, los riñones o el cerebro, así como una rara forma ascítica (abdominal).
La FIP se considera una enfermedad incurable. El tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas y aumentar el confort del animal.
La FIP se puede prevenir minimizando los riesgos de transmisión del coronavirus, como evitar el estrés, mantener un sistema inmunológico saludable y realizar pruebas de detección de otros virus.
Sí, existe una vacuna contra el coronavirus para gatos. Sin embargo, su eficacia y conveniencia provocan controversia entre los veterinarios.
La posibilidad de deshacerse del coronavirus en una perrera depende de muchos factores y las opiniones de los veterinarios difieren. La erradicación natural puede lograrse en poblaciones de gatos pequeñas, pero es menos probable en criaderos grandes debido a la constante transmisión cruzada del virus.
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